Aplasta sueños

Mi hermana dice que soy una aplastadora compulsiva de sueños. Yo solo digo que soy realista. Soy del tipo de persona que cree que no está mal soñar, en grande, en gigante y alta definición si se quiere, pero también hay que saberlo hacer lo más realista posible, ya que a mi parecer, esa es la única manera útil para transformar un sueño en realidad. 

Mi sobrino a los 7 u 8 años decía que él iba a jugar fútbol para un club europeo cuando fuera grande. No es subestimarlo, que juega muy bien, pero sinceramente, ¿cuáles son las probabilidades? Estoy casi segura de que le dije algo parecido a "Hijito, para llegar a hacer eso tenés que practicar mucho", lo que pensé era lo más políticamente correcto para no meterme en líos como la vez que le dije que Santa Claus no existía.

El día que mi papá -médico- me dijo que quería poner una agencia aduanera o algo por el estilo cuando abrieran el Puerto de Cutuco casi me caigo de la silla (pretendía ser el jefe a distancia, sin tener idea de cómo se maneja un negocio de ese tipo y poniendo a trabajar a gente de la zona para él -ajá, sí como no-). Tengo dudas del sueño de mi hermana de ser Top Chef cuando no veo que hierva agua tan siquiera y hasta dudo que el viaje que quería regalarme por mis 25 años vaya a pasar cada vez que veo de reojo mi cuenta de ahorros. O cuando voy a una boda y empiezo a hacer cuentas de todas las cosas en las que podrían haber invertido su dinero los novios en lugar de una fastuosa fiesta que dura a lo sumo 5 horas (¿Más de $1,000 por un vestido que solo te vas a poner una vez? ¿En serio?).

Y así, son cositas que pienso o digo no con la intención de desinflar las esperanzas de los demás, sino para que piensen bien en las probabilidades, en la factibilidad de lo que desean, antes de que sientan el gran pinchazo propinado por la vida misma y queden apachurrados como un globo después de la fiesta que no arrancó.

Todos quisiéramos ser el próximo Messi, Steven Spielberg, García Márquez, Oprah Winfrey, Donald Trump, Mark Zuckerberg, el non plus ultra... pero no todos podremos llegar a serlo. Mucho menos si no pasamos del deseo a la acción.
No digo que todos los sueños sean imposibles pero también hay que saber reconocer que a veces la gente se pone expectativas demasiado altas que únicamente les llevan a la frustración al no poder cumplirlas. ¡El mundo está lleno de gente frustrada!

Creo que al fin y al cabo soñar es como enamorarse: hay que saber a qué dedicarle nuestro amor, nuestros cuidos, nuestra dedicación, tiene que ser un sueño que valga la pena para pasar desvelos y hasta hambre por él. Un sueño por el que queramos trabajar todos los días, cultivarlo a diario. 

Supongo que un sueño es en efecto como una relación en la que hay -o debe haber- un fuerte grado de compromiso y uno no puede ir por la vida dando falsas esperanzas. A nadie le gusta estar en una relación sin futuro.

O no sé. Tal vez sí soy demasiado realista y aplasto sueños. Hasta los míos propios.

Comentarios

  1. pues no creo que seas aplasta sueños, sino más bien un "polo a tierra", el cual todos necesitamos, a mi me gustaria ser mas racional muchas veces y no fantasear tanto xD



    por cierto, que cosa mas ridicula es gastar tanto en algo que solo dura unas horas y un vestidillo que solo te pondras una vez ¬¬ , de verdad que concuerdo contigo y me parece irracional!

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  2. "Polo a tierra", me gusta eso. Gracias por el comentario Dafne.

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