Desmadre

Cerca del día de la madre una marca X tenía una promoción en la que regalaban no sé qué y en una revista matutina le preguntaban a los niños por qué le daban una "estrellita" a su mamá. Al estudio llamó una niña y respondió que su mamá se la merecía porque le lavaba la ropa, le hacía la comida, le ayudaba con las tareas, jugaba con ella, le contaba cuentos. La pequeña concursante, sin querer queriendo, se puede atribuir la inspiración para la entrada donde hablábamos de las mujeres multifuncionales.



Si usted es lector regular, seguramente ya conoce mi pensar y sentir respecto a la maternidad (aquí, acá y acullá), pero la realidad es que al no tener hijos es poco lo que puedo aportar al decir que ser madre es todo un desmadre. Lo único que tengo son mis observaciones. Ser mamá cuesta. Es trabajoso. Doloroso también. Más allá del parto que es lo que nos atemoriza a algunas (gracias Discovery H&H y tu "No sabía que estaba embarazada"), hay gajes del oficio de mamá para las que ni una epidural funciona (de nuevo, gracias Discovery H&H y tu "Niñera S.O.S").

A veces pienso también en las mamás que, como mi abuela, no saben qué fue de sus hijos en tiempos del conflicto armado y lo único que pueden visitar es una foto a blanco y negro. Y en todas las que los pierden a diario en nuestros días a causa de la delincuencia. Me da tristeza.

El domingo leía una nota en La Prensa Gráfica en que hacían referencia a un estudio publicado por Save the Children respecto a los mejores y peores países donde ser madre. Noruega se posicionó en el primer lugar, mientras que Afganistán en el último del índice global.
En Noruega las tasas de mortalidad materna e infantil son bajas, la esperanza de vida y la escolaridad de las mujeres son altas y los permisos por maternidad duran en promedio un año
¿Sabe en qué lugar está El Salvador? El número 40 de la categoría de "Países menos desarrollados". 39 puestos debajo de Cuba y 22 por debajo de China donde por ley solo se permite tener un hijo por mujer. 82 peldaños nos separan de Noruega y estamos a 80 por encima de Afganistán en el índice general. Ni bueno ni malo, podrán concluir algunos. Justo a la mitad de la tabla. Si fuera campeonato de fútbol diríamos que no somos campeones pero tampoco nos vamos al descenso.

Tal vez no esté en mi imaginación y en efecto: ser mamá cuesta. Es necesario hablar sobre políticas que contribuyan a mejorar las condiciones para la maternidad de forma integral y en todos los aspectos: salud pública, economía, seguridad laboral, etc., más allá de traer a ex presidentas a inaugurar proyectos donde se harán intervenciones en pequeña escala que seguramente ayudarán a algunas, mas no a la mayoría.

Pero para hacer esas políticas es necesario un proceso de construcción participativo en que se involucren todos los actores, sector privado incluido (en serio, a veces me pregunto, ¿tanto les costará poner una guardería en algunas empresas? ¿Tienen idea de cuan productivas serían las mujeres trabajadoras si no tuvieran que estar preocupadas cada minuto de su jornada laboral por dónde y con quién están sus hijos?), y que además se tomen en cuenta las distintas realidades en que viven la maternidad las mujeres.

Mientras a las mujeres les sigan dando estrellitas doradas (o peor aún, promesas de que nunca van a estar solas), y no alternativas sostenibles a largo plazo que faciliten su trabajo como madres, seguiremos como estamos. No porque un estudio lo diga, sino porque las mujeres lo viven día a día.

Yo creo que al día de la madre habría que cambiársele el nombre a: Día de la apreciación de parte de los hijos. Pero un aprecio real, no por la multifuncionalidad y la actitud servicial de estas mujeres, sino por su integridad.

Si usted es mamá, tenga mis respetos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

10 canciones de Pablo Alborán para cada necesidad

10 amigos explicados con personajes de Disney

Barbie girl