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Mostrando entradas de octubre, 2011

Yo me pregunto...

...Si alguien en verdad considera que es de buen gusto y sensibilidad social hacer una campaña de "bebés perdidos" para rifar teléfonos celulares? Porque habría sido una excelente campaña para promover la adopción o para recaudar fondos para un orfanato... para lo otro, no sé. ...Si se puede ser tan descerebrado como para relacionar un temporal con el castigo divino por la llegada de un cantante abiertamente homosexual a un país? ¿Y luego sugerir que la cancelación de su concierto resultó en el cese de las lluvias y la salida del sol? ...Si los consumidores no se sienten usados cuando una marca entrega un donativo de parte de sus clientes súper solidarios ante los flashes de las cámaras? ¿Solo yo me pregunto qué donó específicamente la empresa? ...Si chapodar arriates, instalar fuentes luminosas y decorar calles y avenidas es todo lo que se puede hacer desde el puesto de alcalde? Pregunto porque hay alcaldes para quienes la respuesta es sí. ...Si ser megalómano es

Señales de alerta

Siempre he pensado que el cuerpo humano es como un carro al que se le enciende una luz de check engine cada que necesitas llevarlo a revisión. Para mi buena suerte, a mí se me enciende frecuente esa luz. Sí, digo que es para mi buena suerte porque así me entero de que algo no anda bien cuando aún hay tiempo para actuar y cambiar aceite, pastillas de freno y amortiguadores (todos en el sentido figurado, por supuesto).  Esta máquina bien aceitada que habitamos, nuestro cuerpo, para mí funciona como la película de Osmosis Jones , protagonizada por Bill Murray. El cerebro es el CEO que se encarga de todas las operaciones para ponernos en marcha dia tras día. Sin afán de sonar como profesor de biología, ¿no es maravilloso como todo esto funciona a partir de algo tan pequeño como la célula? Me traigo una gripe espantosa. Siempre me da gripe cuando estoy estresada. Es como si mis defensas fueran inversamente proporcionales al nivel de estrés. Si para hoy en la noche no veo ninguna

Lee Ramona la chinche

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Leí el libro de Ramona la chinche (o "Ramona the pest"), cuando tenía 12 ó 13 años. En el lugar de trabajo de mi mamá revendían libros donados desde Estados Unidos para recaudar fondos -desconozco por qué no donaban los libros a los niños, pero bueno-, y ella aprovechaba a comprar para nosotras. Aunque ya pasaba de la edad, me encantaban, y este en particular porque pensaba que mi propia hermana también era una chinche como Ramona Quimby. Siempre he admirado la cantidad de autores de libros infantiles que hay en la lengua inglesa (ojo, he dicho cantidad, no calidad), que escriben libros pensados para niños . ¿Qué pasa por la mente de una niña de 7 años? ¿Cómo es su mundo? Entender esto es la única manera de lograr que un niño empiece a leer desde los 6 o 7 años . Eso, sumado al diseño de los propios libros, haciéndolos interesantes mediante ilustraciones y una portada colorida. Y es cierto que en español tenemos las colecciones de "El Barco de Vapor" y

¿Por qué los artistas no hablan más en los conciertos?

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Sé que están ahí para cantar, tocar y/o bailar, pero siempre me he preguntado por qué los artistas no tienen mayor interacción con el público en sus conciertos. Pronuncian un par de frases estándar entre canciones, procurando no equivocarse de nombre de país cada noche, pero no pasa de eso. "¡Buenas noches El Salvadooor!", "Es un gusto estar en un país tan hermoso", "Los quiero El Salvador" (ni el gentilicio se aprenden)... es como si todos contrataran al mismo relacionista público. Claro, es mejor un artista con frases de cajón a uno que no hable -que también los hay-. Para lo que viene al caso, Juan Luis Guerra cumplió anoche en su concierto en el 'Mágico' González, especialmente cuando cantó esta: Hay canciones que hasta a los #ForeverAlone (como nos llamó mi hermana ayer) nos gustaría que nos dedicaran algún día. Esta es una de esas. Aunque confieso que no me podía todas las canciones -y las que me podía, me las podía a medias-,

Ver: Midnight in Paris

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No sé si es porque siempre he deseado ir a París, porque el desfile de escritores y pintores me recuerda las clases de literatura y las de Estilos Artísticos, si fue porque es emocionante decir "¡Yo también he visto cuadros de Monet!", o una combinación de todas las anteriores, pero Midnight in Paris (o "Medianoche en París") me entretuvo de principio a fin, y quizás, lo más importante es que me dio ganas de ver más películas de Woody Allen. Siempre es interesante hurgar en la obra completa de un artista y verlo como un reflejo de qué estaba pasando en determinada etapa de su vida o cuál fue el hilo conductor de esta (Almodóvar también funciona para ese tipo de ejercicio). 

Pégate

Confieso que nunca le encontré sentido a FourSquare. Aparentemente soy un extraño ser al que no le interesa que los demás sepan dónde está. Por eso me sorprendió que me gustara GetGlue, donde en lugar de hacer check in en una ubicación física, lo haces para señalar qué estás viendo en la tele o en el cine, qué música estás escuchando o qué libro estás leyendo, a cambio de ganarte stickers que realmente no tienen ninguna utilidad práctica (a menos que sean de descuentos... si vives en Estados Unidos).  Como muchas otras cosas que circulan en la web, esta ¿aplicación? ¿red social? ¿intento de Twitter? comunidad sirve para decir cómo o en qué estás procrastinando, pero de eso no pasa. La "gracia" de los check ins se acaba los primeros días, pero si se sabe ocupar, puede ser una herramienta útil para conversar acerca de tus gustos de la industria del entretenimiento o para encontrar buenas sugerencias.  A mi parecer, su potencial más valioso es para las cadenas de te

Televisión en línea

No pretendo ser la descubridora de la leche tibia ni de la orilla azul de la bacinica. Por el contrario, es como si todo el mundo -menos yo- ya estuviera al corriente de lo fácil que resulta hoy en día ver televisión en línea. Ni siquiera es algo novedoso, en verdad. Son los mismos programas, diferente soporte.  ¡Y es una maravilla! ¡Y también una lástima! Tengo sentimientos encontrados respecto a "ver televisión en la computadora".  Por una parte me brinda la posibilidad de ver programas a los que de otra forma no tendría acceso (como The Big C y Downton Abbey), y ahora puedo ver lo que quiera a la hora que quiera -incluso a escasas horas de haberse transmitido en su país de origen-. Y por otro, le quita toda la ritualidad el banal hecho de ver televisión . Ya no tengo que esperar al "lunes de Criminal Minds", ni al "martes de Modern Family", y sobre todo, me ha hecho una televidente solitaria. Ya no más sentarnos las tres a ver x programa o con

Detrás de la puerta: Storage Wars

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Lo he visto apenas en un par de ocasiones pero me gusta. Confieso que cuando vi el anuncio pensé que era de muy mal gusto abrirle las bodegas a las pobres personas que por x o y motivo las han dejado abandonadas. Y luego... vi el programa. Storage Wars no tiene ciencia: subastan una bodega a la que los compradores no tienen acceso previo para hacer un valúo de su contenido. Hallan un tesoro o hallan basura. ¡Me gusta más cuando lo que compran resulta ser pura chatarra! La expresión facial de los tipos cuando descubren que la bodega por la que pagaron hasta $500 no tiene más que ropa de cama con chinches y garrapatas... no tiene precio (al menos para el televidente). Y claro, también te emociona ver que los cachivaches ajenos pueden valer miles de dólares, pero me quedo con la primera opción.

Televisión con fecha de caducidad

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¿Te ha pasado que a la tercera, cuarta o quinta temporada aquel programa de televisión que tanto te gustaba se vuelve la cosa más aburrida que has visto? A mí sí. Es como si los televidentes padeciéramos de déficit de atención después de cierto tiempo al aire y me pregunto si es porque los programas bajan de calidad o si nosotros simplemente perdemos el interés después de un determinado período de tiempo. Creo que se dan ambos escenarios con el agravante de que los formatos televisivos son otro producto desechable más en nuestro mundo de consumismo. Hay series a las que después de un par de episodios al aire deciden cancelarlas, porque lo que habla son los ratings. Otras sobreviven a saber cómo y por qué, al más fiel estilo de un parásito. Lo cierto es que hasta a las más exitosas les llega su fecha de caducidad . Unas se van por todo lo alto y otras, por la puerta de atrás, en ocasiones sin la oportunidad de despedirse de su fan base . No hay duda de que por eso se celebra tanto

Si Dios quiere

Úlltimamente me pregunto por qué la respuesta del salvadoreño para todo es "Si Dios quiere", "Primero Dios", "Dios mediante", "Será lo que Dios diga", "Dejarlo en las manos de Dios". Lo digo porque yo también lo digo. Es ya un reflejo, una muletilla si se quiere. Y me siento mal por Dios, ¿sabes? Porque es bien fácil dejárselo todo a Él y que nosotros no hagamos nada. Y no es por aquello de que "uno propone y Dios dispone", sino porque simplemente hay cosas que solo nosotros podemos hacer por nosotros mismos. Si los salvadoreños lo dejamos todo en las manos de Dios, si Él quiere, si  Él dispone (y a veces no solo Él, sino también los genéricos "el gobierno", "los políticos", "la sociedad", "los salvadoreños" -los otros, porque generalmente nosotros no nos echamos a la cuenta-), ¿qué hacemos NOSOTROS? ¿Nada? No tome esta entrada como algo religioso, sino más bien como algo meramente

El amor viene en todas las tallas: Mike and Molly

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No es la primera vez que lo digo, pero me da gusto encontrar cada vez más series en que los protagonistas, como muchas personas en la vida real, son de más carne que de huesos. Por algún motivo que escapa mi comprensión, los ejecutivos de las cadenas de televisión tienen la mala maña de no incluir actores que sean representativos de la población. Si nos fiáramos de Hollywood, bien podríamos creer que todos los gringos son jóvenes, caucásicos y, por lo general, sumamente atractivos. Los afroamericanos, hispanos y asiáticos se reparten los papeles de: a) el mejor amigo del protagonista; b) el vecino del protagonista o c) el asesino. Ya no digamos adónde quedan "los gordos", para quienes la pantalla chica ha probado ser por años demasiado chica para estar en ella. Dicho esto, Mike&Molly no tiene nada de diferente. Incluso puede ser considerada una serie aburrida de una pareja aburrida que hace cosas aburridas de gente "normal" y aburrida, con la excepción de q

2 Broke Girls para morirse de la risa

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Es curioso cómo a veces nos quejamos de que no pasa nada nuevo en nuestras vidas, pero al mismo tiempo no le damos cabida a  nada nuevo tampoco. Algo tan frívolo como un nuevo programa de TV puede hacer el cambio, una desconexión del mundo por 30 minutos y, en el mejor de los casos, traen consigo una buena dosis de endorfinas a través de la risa.  2 Broke Girls consigue eso conmigo. Creo que, como Max, me río a expensas de Caroline, y pues, también del mismo sarcasmo de Max. Muchos nos identificamos con los personajes que luchan por sobrevivir económicamente, que les va mal de vez en cuando, pero que cada día vuelven a intentarlo.  Espero no me esté precipitando -considerando que apenas va por el cuarto episodio-, pero la serie en verdad me gusta. Una recomendación más para la nueva temporada.

La feminización de TBBT

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Ya era buena, pero tiene que admitir que ahora es mucho mejor. Si bien Penny ha estado en The Big Bang Theory desde la primera temporada de la serie, Pasadena había sido hasta hace poco territorio de hombres y ya era tiempo de que cambiara (¡Bazinga!). Mi favorita es la quirky Amy Farrah Fowler, la contraparte de Sheldon, aunque no descarto a la futura señora Wolowitz, Bernadette, especialmente cuando grita igualita a la mamá de Howard.  Espero que ambos personajes continúen en la serie y, ¿quién sabe? Podría haber una fémina a la que Raj le pueda hablar sin emborracharse. Bien dicen que nunca falta un roto para un descosido. A veces un cambio tan sencillo puede convertir a algo bueno en aún mejor.

Downton Abbey: Must-See TV

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Esta joyita de la corona televisiva británica es exquisita en su trama y su ambientación en 1912-1914, y por tanto se la recomiendo fervientemente.  Jane Austen meets Agatha Christie meets Gosford Park, ¿qué más se le puede pedir a Downton Abbey? Tiene toda la intriga de la sucesión de los títulos nobiliarios, la urgencia por asegurar el futuro económico de las hijas casándolas con el mejor partido (que es lo mismo que venderlas al mejor postor, digo yo), las diferencias de clases entre patrones y empleadores, la primera guerra mundial, más todo el chismorreo de los pisos de arriba y el de abajo y entre ellos (que sí, lo admito, le da un aire a telenovela latinoamericana), al grado en que consigue mantener en vilo al espectador y sorprenderlo con giros verdaderamente inesperados (no hay nada peor que un programa predecible).  Sé que hay quienes no soportan ver programas o películas "de época" -¿por qué? no entiendo-, pero dele una oportunidad a la miniserie ganador

Vivir a lo Cathy Jamison: The Big C

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Mientras veía a mi tía consumirse día a día por culpa del cáncer, tomé -de alguna manera, sin estar consciente de ello- la decisión de que, si algún día yo fuera la ganadora de esa misma lotería genética, ocuparía esos últimos meses en vivirlos, mas que en postergar la muerte (que si hay algo seguro en esta vida es que todos vamos a morir). Melancolía aparte, eso significa para mí 'The Big C'. Apenas la acabo de "descubrir" (este fin de semana vi la primera temporada y en Estados Unidos casi van por la tercera), pero puedo decir con certeza que ya es de mis comedias favoritas. Porque todos deberíamos de vivir la vida como Cathy Jamison, seamos diagnosticados con la gran C o no. Te recomiendo la serie si tú, como muchos, has convivido con el cáncer u otra enfermedad terminal en tu familia. Dicen que se sana mejor riendo. Y con Laura Linney te reirás mucho.

#30libros

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Los tweets son aire y van al aire. Como muchas otras personas hice el meme de los 30 libros, aunque en un solo día. No quería que mis tweets/libros se fueran al aire, de ahí que los recopile en este post. Encontrará que no son brillantes recomendaciones literarias. Nunca pretendí que lo fueran. Uno que leyó de una sentada: Lady Susan, Jane Austen. [Una Jane más light, pero siempre aguda en sus críticas. Muy divertido]. Uno que se haya demorado mucho en leer: Sense&Sensibility, Jane Austen [Vi la película antes…]. Uno que sea un placer culposo: Bridget Jones, the edge of reason, Helen Fielding [La Bridget me mata de la risa. Punto.]. Uno que le gusta a todos menos a usted: El Alquimista, Paulo Coehlo [Bah. Me quedo con las frases que salen en las agendas.]. Uno de viajes: Paso… pero me gustaría leer Eat, pray, love de Elizabeth Gilberts o Under the Tuscan Sun de Frances Mayes [Sí, a mí me gusta comparar libros contra películas]. Uno de un Nobel: A puerta cerrada, Jean Paul