Cuando te da dorama fever

Yo nunca fui muy novelera que se diga. Vi "María la del barrio" cuando estaba pequeña  - lo suficiente como para entender los memes. Cuando iba a noveno grado todavía veía "Yo soy Betty, la fea" religiosamente todas las noches por canal 4. Pero después de Betty, perdí el interés y vi una que otra esporádicamente. Hasta que hace un año descubrí los doramas en Netflix.

Por lo general, los doramas son series que duran una temporada de 25 episodios de una hora. Aunque la palabra "dorama" viene de la japonización de la palabra "drama", hay algunas que más parecen comedias y los hay de diferentes géneros. Pero cuando es drama, es un nivel monumental de drama. DRAMA. En mayúsculas.


Comenzamos con "Goddess of marriage", la historia de 4 mujeres y sus vivencias en torno al matrimonio. Lo que inició con un feriado en que mi hermana y yo estábamos aburridas se convirtió rápidamente en una experiencia familiar en que por dos semanas las tres veníamos a la casa directo a sentarnos frente al televisor para saber qué pasaba con la sufrida Ji Hye.

Entre lo adictivo de seguir una historia hasta llegar al desenlace y el propio acto compulsivo del bingewatching, pronto nos dimos a la tarea de buscar nuestro próximo dorama. Netflix también hizo su parte inundando la pantalla con sugerencias de otros títulos. "Fated to love you" fue la siguiente, con el excéntrico Lee Gun.

Caquita de perro :'(
Luego surgió nuestro propio drama, cuando una continuaba viendo episodios sin las demás. O peor aún, veía todo un dorama sin invitar a las otras. Así es el amor en los tiempos de Netflix, cuando ni tu mamá puede esperarte para ver otro episodio...


En cuanto a narrativa, los doramas tienen algo de la clásica fórmula de "chica pobre conoce a chico rico y se enamoran, pero tienen que atravesar toda una serie de dificultades que pueden o no incluir una novia y/o mamá/papá malvados antes de que puedan vivir felices para siempre". Creo que si los personajes principales pudieran estar juntos desde un principio simplemente no habría historia.

Ejemplo de mamá malvada
Lo realmente interesante es la cultura. Desde detalles tan triviales como qué y cómo comen y beben, hasta cómo se relacionan entre ellos en pareja, padres-hijos, suegros-nuera/yerno. Las diferencias tan marcadas de clases. Enterarse, por ejemplo, de que en Corea del Sur el adulterio fue despenalizado hasta en 2015. O que hay sociedades tan modernas en algunos aspectos y que nos parecen tan retrógradas en otros. 

Aunque la televisión, como cualquier otro producto cultural, es solo una representación de la realidad y no debe tomarse por realidad misma, los doramas son una ventana abierta para el ojo del observador curioso.

Y, oh sí, son entretenidas.

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