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Mostrando entradas de marzo, 2019

Michael Bublé es mágico y no estoy exagerando

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Si son el unicornio en peligro de extinción que ha seguido por algún tiempo este blog (que justo este 1 de abril cumple 10 años de existir... 10 años... ¡10 años!), probablemente saben que los conciertos son uno de mis contados vicios . Si son el unicornio que lee con detenimiento, tal vez recuerden que Michael Bublé era el que estaba pendiente en mi bucket list . Me enorgullece anunciar, estimado vacío llamado internet, que después de más de seis años de espera, al fin pude tachar al crooner  canadiense de mi lista y fue mágico. Michael Bublé es mágico y no estoy exagerando. Reto a cualquiera a encontrar a un artista contemporáneo que cante tan bien, sea tan gracioso, dulce, entretenido, amable, genuino y me quedo corta de adjetivos. Hace muchos años, después de un concierto de Juan Luis Guerra, me pregunté " ¿Por qué los artistas no hablan más en los conciertos? ", y no fue sino hasta este 26 de marzo que encontré a un artista que no solo habla, sino que hace de su i

Regresar a la realidad

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Escribo estas líneas sentada en el borde de la fuente en la Piața Unirii. Son las 4:08 p.m. en Bucarest y la gente marcha con sus vidas. Con sus rutinas que desconozco pero que me imagino incluyen almuerzos familiares y paseos por las calles. El sol brilla y el viento sopla. El frío es tolerable y por ratos hasta se siente calor. Los niños juegan. Los pájaros cantan. Me imagino que así se siente la libertad. En esta situación irreal de un trabajo que no es mi trabajo y una casa que no es mi casa, de una manera u otra me he acostumbrado a esta vida que no es mi vida. En esta vida, los fines de semana no son una rutina, si no contamos las visitas a la lavandería los domingos. Los fines de semana son una aventura, aún si solo se trata de salir a caminar por una calle o un parque que antes no conocía. Y aún cuando paso por edificios que ya he visto antes, los sigo viendo con ojos nuevos, a diferentes horas del día y bajo otra luz. También ya tengo lugares favoritos, rincones donde me sient

La vida es buena

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Una fracción del gentío en Estambul al final del domingo Hay una sensación más inmensa que la gratitud y la satisfacción cuando ves hacia atrás, todos los momentos vividos, los lugares visitados, las experiencias, y sólo puedes pensar para ti misma "La vida es buena". Debe haber una palabra en alemán para encapsular todo eso.

Líneas desde Bucarest

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"Escribo estas líneas desde Bucarest, Rumanía" es una frase que jamás pensé que escribiría en este blog o que diría en general. Pero heme aquí. Mi catorceavo* día lejos de todo lo que conozco, del único país que he llamado hogar. Lejos de mi familia, incluido Lucas. Lejos de mis comodidades emocionales y materiales, como mi cama y la almohada que mi cuello extraña todas las noches. Lejos también de intangibles como el calor (humano y atmosférico). Sé que esta situación -un viaje de trabajo- no se le compara a vivir aquí, pero me esfuerzo en pretender que así es. Que ese apartamento al que llego todas las noches después de la oficina no es un habitación de hotel, sino una casa -si bien temporal- en la que el tocador del baño está lleno de todos los productos que pensé que podría necesitar en estas casi cinco semanas y donde una foto de mi familia decora el espejo del pasillo de la entrada. En este juego de pretender, vivo la fantasía de vivir sola por primera vez y me