Regresar a la realidad

Escribo estas líneas sentada en el borde de la fuente en la Piața Unirii. Son las 4:08 p.m. en Bucarest y la gente marcha con sus vidas. Con sus rutinas que desconozco pero que me imagino incluyen almuerzos familiares y paseos por las calles. El sol brilla y el viento sopla. El frío es tolerable y por ratos hasta se siente calor. Los niños juegan. Los pájaros cantan. Me imagino que así se siente la libertad.

En esta situación irreal de un trabajo que no es mi trabajo y una casa que no es mi casa, de una manera u otra me he acostumbrado a esta vida que no es mi vida. En esta vida, los fines de semana no son una rutina, si no contamos las visitas a la lavandería los domingos. Los fines de semana son una aventura, aún si solo se trata de salir a caminar por una calle o un parque que antes no conocía. Y aún cuando paso por edificios que ya he visto antes, los sigo viendo con ojos nuevos, a diferentes horas del día y bajo otra luz. También ya tengo lugares favoritos, rincones donde me siento bien y que me ayudan a sentirme menos pasajera.

Es mi cuarto domingo aquí y empiezo a preguntarme si tal vez me costará regresar a la realidad, quizás porque nunca he estado en otro país por tanto tiempo de corrido. Porque esta situación rara en que te trasplantas temporalmente a otro país no es como una vacación en que estás consciente de lo efímero de cada momento. Estás más aquí que allá, tienes una rutina fuera de tu rutina. Una vida fuera de tu vida. O tal vez no me costará nada regresar, porque después de unos días será como si nunca hubiera pasado. Ya veremos.

Boulevard Unirii, a pasos de la plaza de la Constitución, frente al Palacio Parlamentario

* Originalmente escrito a mano el domingo 10 de marzo y editado una y otra vez. 

Spoiler alert: Regresar a la realidad cuesta.

Comentarios

  1. "Spoiler alert: Regresar a la realidad cuesta"
    Seeeee, con 3 días en CDMX, el lunes me quería despertar otra vez ahí, andar por sus calles y comer su comida.
    Hay que soñar por partes y después integrar

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por leer. Y por comentar. Y por existir. A veces es bonito simplemente escuchar un "Gracias".

Entradas populares de este blog

10 canciones de Pablo Alborán para cada necesidad

10 amigos explicados con personajes de Disney

Barbie girl