Cuando las cosas te dejan de quedar

¿Alguna vez tuvo una camisa o un par de zapatos que se ponía a diario de tanto que le gustaban hasta que llegó el momento en que le dejaron de quedar? Si respondió que sí, concordará conmigo en lo siguiente, aunque no tenga nada que ver con ningún tipo de prenda de vestir.

Hace 8 años yo llenaba la soledad de todos mis sábados o domingos con partidos de fútbol del Manchester United, a tal grado que si no podía verlos en vivo, los dejaba grabando, y si no los transmitían esperaba Sportscenter como agua de mayo para ver los resultados (por favor tome en cuenta de que antes no tenía internet, ni había Facebook ni Twitter). Pasé así, aunque in decrescendo, hasta el final de la temporada 2008/2009. De ahí en adelante, si bien no he abandonado mi gusto por el equipo, dejé de seguirlo cuando menos, tan maniáticamente. Creo que el pasado fue el segundo Boxing Day que no me preocupé en ver fútbol. Mi fanatismo "me dejó de quedar", mi versión en español de algo que en inglés viene a ser como "I have outgrown it".

En los últimos días he caído en la cuenta de cuántas cosas me han quedado chicas, ¿o será que yo crecí y mis gustos cambiaron? Pasiones, aficiones, hobbies, inclusive amistades que ya no me quedan o no me satisfacen.

Vuelvo a ver algunas de estas cosas -como los libros de la saga Twilight (¡qué diablos estaba pensando?)-, y llego a la conclusión de que era natural que las botara en el camino -como el par de zapatos Kickers que después de 5 años ya no daban para más-. Unas me dan más nostalgia que otras. Otras incluso me lamento haberlas perdido, como algunas amistades que supongo siempre tuvieron la intención de ser temporales o hábitos y hobbies que tuve alguna vez y que dejé aventados por falta de tiempo o interés.

Cuántas cosas me dejarán de quedar pronto, a medida que siga creciendo, madurando y estableciendo nuevas prioridades.

Comentarios

  1. Acabo de aterrizar en su blog y encontrarme que usted está en un proceso parecido al mío a sido confirmación de que así debe de ser.

    A mi me dejaron de "quedar" un par de personas y un un par de actitudes mías.

    No sé si le pasó a usted, pero al inicio hasta me sentí mal de este desprendimiento.

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  2. KR, cuando un amigo te "deja de quedar" es duro, se sufre mucho y sobretodo, cuesta romper el hábito de hablar o ver a esa persona. Pero por algo dicen que a la fuerza, ni los zapatos entran. Si nos dejan de quedar las personas, por algo será... y lo mismo cuando nosotros les dejamos de quedar a ellos. Bienvenida :)

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