Amor de estudiante

"Los dos cogidos de la mano, por las calles"
Hay cosas que nunca sabremos. En mi caso, una de esas cosas es la experiencia de un amor adolescente. Habré tenido al menos un par de enamoramientos "serios" entre los 13 y los 17 años, todos no correspondidos (¿ven el patrón ahí?).

Con el tiempo, he llegado a dudar de que fueran reales. Algunos los he olvidado, no necesariamente por aquello de la memoria selectiva, sino por su intrascendencia. Y sin embargo, en mis momentos de pensamientos inútiles he llegado a preguntarme cómo habría sido tener un "novio de manitas sudadas", o en la versión moderna de Katy Perry, un teenage dream.



Teenage Dream versión "Aaaw", con música de los Warblers de fondo


Ir, como en canción de Sanz, "los dos cogidos de la mano" "a la puerta del colegio", como en canción de Magneto, y pensar tontamente "es el amor de mi vida", sabiendo en el fondo que mi profesor de matemáticas de noveno grado tenía razón, y ese primer amor se asemeja a las líneas paralelas: nunca se tocan.

Hay experiencias que simplemente no nos toca vivir.

Comentarios

  1. Puesi, hay cosas que no vivimos. Mi primer y único novio de ese tipo fue a los 18 y duró la intrascendencia de 1 mes. Aun me sonríe tímido cuando lo veo en la calle.

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