Agringados
Los holidays del tío Sam Hoy es Halloween, las almas perdidas se encuentran para salir a asustar por una noche y ¿a mí qué? Alguna vez mi tía nos disfrazó a mi primo y a mí para la ocasión (a mis 3 años, yo era la Tía Bubu y él Superman), pero nunca pasó a convertirse en una tradición aquello del "trick or treat" -probablemente porque mis vecinos nunca compraban dulces-. Obviando el análisis dizque sociocultural-religioso-esotérico-ocultista-paranormal que todos se lanzan a hacer sobre esta fecha, me limitaré a decir que salta a la vista que Halloween es una excusa de los restaurantes, bares y discotecas para hacer su agosto en octubre, pero sobre todo, que resulta evidente que es algo tan, pero tan mercadológicamente ¡gringo! Como las flores y chocolates en el Día de San Valentín y Santa Claus y Rodolfo el reno en Navidad. Entiendo que a los niños les motiven las altas dosis de azúcar refinada bajo la máscara de dulces inofensivos que seguramente les causarán numerosas