Un día caótico
Día 6. Roma no se construyó en un día pero yo me propuse a conocerlo en uno. Tomé el tren de alta de velocidad de Florencia a Roma en la oscuridad de las 7 a.m. Fue una de las cuatro ocasiones en que pagué un taxi en todo el viaje, pero fue necesario porque no me animé a caminar en lo oscuro hasta la estación de Santa Maria Novella. Dormí casi todo el trayecto, las dos horas que duró. Así de cansada estaba con el insomnio de las últimas noches. Ritmo circadiano descompuesto. Al llegar a la estación Roma Termini , el caos. Cientos de personas por doquier. Y la lluvia. Lluvia en diciembre. De todos los días para conocer la ciudad eterna me tocó el más gris. Desayuné rápido y busqué la parada de los buses rojos que hacen un circuito por los lugares turísticos must see. Elegí los buses porque no sabía nada sobre dónde estaba qué cosa ni cómo llegar. No tenía ni siquiera un mapa. Después de un arranque difícil bajo la llovizna, llegué al Coliseo . Y me decepcioné. Porque el C...