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Mostrando entradas de junio, 2010

Un día más

Un año más No sé si tendrá que ver con la edad, pero me da la leve impresión de que a medida que el pastel se va llenando de velitas, simplemente ya no nos emocionamos tanto por los cumpleaños. Bueno, usted que es normal tal vez no lo sienta así, pero en mi caso pareciera que cada año este día está destinado a ser uno más. Creo que las circunstancias me han llevado a no esperar mucho (por no decir nada). Ni pastel, ni regalos, ni sorpresas, ni nada -al menos de parte de mi familia-. Es un claro mecanismo de defensa, pero funciona. Antes me frustraba y me deprimía esperar algo y no conseguir nada. Quizá era cuestión de tener expectativas demasiado altas. La experiencia me enseñó a no albergar ideas fantásticas de regalos o fiestas sorpresas, celebraciones especiales o detalles fuera de lo normal. Así es más fácil no decepcionarse. Y desde los últimos años no espero, aunque mentiría si dijera que en el fondo no hay tan siquiera un minuto en el que no fantaseo con que alguien me demuestre

Argentina, Alemania y yo

Algo así como "Narrando la nación", versión disparate Generalmente las noches del 29 de junio, mi mamá se viene a acostar a mi cama y empieza su relato. "Hace XX años me estaban preparando en la sala de operaciones para rajarme." "Así era el bodoquito rosado". Tendría que ver los gestos para hallarle la gracia a la palabra "bodoquito". A veces lo cambia por "pedacito", pero se entiende la idea, ¿verdad? La historia de mi nacimiento no es fantástica. Pongámoslo en otras palabras: no da material ni para una película de Hallmark. Sin embargo, mi subconsciente se ha encargado de ponerle más narrativa para tener algo que contarle a mis nietos. Supongo que también lo hago para ponerle algo de emoción al día, para que no sea tan común y tan corriente. Era un domingo 29 de junio de 1986 y una madre primeriza preparaba el almuerzo con el que la familia celebraría la final del Mundial. Argentina y Alemania se enfrentaban por la Copa en el Azteca.

Perros y gatos

Disputa familiar Siempre he sostenido que algo en mis procesos de socialización no funcionó del todo bien cuando era niña. En kinder de 5 años descubrieron que no hablaba con niños de mi edad, así que casi tuve que repetir grado pero logré colarme a prepa gracias a que me aceptaron condicionada en uno de esos kinders más pedagógicos. Esa es solo una de las muchas muestras de que algo no anduvo bien desde los primeros años. ¿Otra cosa que no tuve de niña (aparte de amigos)? Mascotas. Mi mamá es anti mascotas y cada vez que mi hermana proponía tener un animalito siempre salía con lo mismo: "Si ustedes van a limpiar todo lo que haga y darle de comer y bañarlo y cuidarlo y...". Y la lista se hacía más larga y las posibilidades de tener un inquilino perruno o gatuno como cualquier niño normal se desvanecían. Aún así, por aquello de las casualidades, alguien nos regaló un gato cuando teníamos 10 y 5 años respectivamente. Se llamaba Foncho. Ya venía con el nombre incluido. Mi mamá l

No más tareas

Prueba de resistencia fallada Cuando faltan apenas dos semanas para que se acabe el primer ciclo de la U ya estoy harta de hacer tareas. Ya he dicho que, al inscribirme en la segunda ronda de mi vida universitaria, ingenuamente no consideré cómo sería la carga académica. Oh, ilusa yo, pensé que a nivel de maestría solo ibas a escuchar las clases magistrales, tomabas apuntes y, qué sé yo, eventualmente hacías algún examen o trabajo. Entusiasmada y optimista, a principios de febrero yo no contaba con que mi organismo ya se había habituado a no estudiar. Tampoco se imagine que pasaba todos los días estudiando antes, pero eso de estar yendo a la U, prestar atención por más de dos horas ininterrumpidas, tomar apuntes, leer folletos y más, es una verdadera prueba de resistencia que solo se supera con el hábito y la costumbre. Y yo ya no resisto, lo que honestamente me aflige porque en teoría no tengo de qué quejarme. Trabajo en mi casa; no tengo jefes encima -solo vivo esclava de la computad

De la gloria al infierno

O el tan alegre que venía y tan triste que me voy A menos que usted haya construido una muralla alrededor suyo o se haya recluido en la montaña más alta o una isla desierta, seguramente tiene idea de que hoy empezaron los octavos de final de Sudáfrica 2010. Si usted vio los partidos de Uruguay-Corea del Sur y Estados Unidos-Ghana, sus ojos se habrán enfocado en el equipo victorioso en pasar a los cuartos, como la gran mayoría. Celebró los goles, empezó a repasar mentalmente las llaves para de pronosticar quién jugaría contra quién en la final y trató de envisionar a Messi anotando mañana, por aquello de atraer las cosas con el pensamiento. Yo no. Mientras los uruguayos se abrazaban eufóricos al escuchar el silbato final, no pude evitar fijarme en como a los coreanos se les doblaban las rodillas y caían en el césped, derrotados, más que por el marcador, emocionalmente. Fue entonces en que me puse a pensar en que en el fútbol se pasa de la gloria al infierno en cuestión de segundos. En

El vicio

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Le puede pasar a cualquiera Nunca he fumado un cigarro porque me parece un pésimo hábito. No probé un trago hasta los casi 21 años y creo no haber bebido en más de una decena de ocasiones y solo una en demasía. No uso drogas y no abuso de pastillas porque seguramente se me olvidaría tomármelas. No apuesto porque cuando lo he hecho he perdido. Siempre me había considerado una persona sin vicios. O al menos eso creía hasta que hace 4 meses, por razones laborales, me enteré del mundo de los juegos en redes sociales, y literalmente caí en la red. Ahora entro a jugar todos los días, en ocasiones por horas; el vicio es parte de mi rutina. Para alguien que antes se reía de la gente que vivía pendiente de "su granjita", creo que he tocado fondo. Mi hermana dice que lo mío es obsesión, que no lo hago por "amor al juego", sino por los puntos, por subir de nivel, por ganar. Yo le respondí que para qué más sino eso. Quizá todos los viciosos hablamos así. Mi nombre es *****, t

Un blog sobre nada

La versión blogger de Seinfeld A veces escribo pero no escribo. Ya escribo por escribir, solo porque quiero. Cada vez pienso menos en quién va o no a leer lo que escriba. Estar escribiendo para que no te lean es frustrante, así que decidí que, si en todo caso solo yo me leía, pues solo en mí pensaría y solo para mí escribiría. Suena egoísta, pero ha resultado muy efectivo para superar el writer's block . No pienso en qué voy a escribir y solo lo hago. Escribo pero no sé sobre qué escribo, no sé ni siquiera si a esto se le puede llamar escribir. He llegado a la conclusión de que escribo sobre nada. Si veía la serie Seinfeld se acordará de que lo llamaban the show about nothing . Pues bien, creo que este es el blog sobre nada. Lo mucho que se me ocurre acerca de nada. O un poco de lo que se me ocurre acerca de todo. Nada más.

Paranoia

Salir o no salir de su casa, esa es la cuestión Cuando todas las noticias son malas y el paso de los días solo las hacen peores, es inevitable empezar a sentir paranoia a la hora de salir de tu casa y no saber si vas a regresar. Vas manejando y piensas en cuántos pueden ser conductores temerarios frente al volante o que van hablando por teléfono mientras conducen, y cómo uno de ellos podría pasarse el rojo y con él pasarse llevando tu vida. Si llegas al semáforo, vuelves a ver a todos lados en señal de alerta por si alguien se te acerca y decide que el tuyo será el carro que se robarán para seguir cometiendo atracos; o si la moneda que te rehúses a dar será el precio de tu vida. Si tienes que ir al banco o a hacer pagos, evitas a toda costa que alguien te vea frente al cajero o al ATM. Caminas hacia el parqueo viendo de reojo por si alguien te sigue, ves sospechosos en todos y al llegar al carro revisas 10 metros a la redonda temiendo por tu vida. Y aún cuando llegas a tu casa, respi

Si se le sale el Dr. Merengue

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Cuando el filtro social falla Si lee los "muñequitos" del periódico sabe de quién estoy hablando. Y, si tiene sus días en que es demasiado salida (o salido) como yo, ya se le habrá salido su otro yo al estilo del Doctor Merengue. A veces me sorprende el tipo de cosas que se me salen, pero para cuando se me han salido ya es muy tarde y mi exceso de sinceridad ha incomodado al objeto del comentario impertinente. Creo que, en su mayoría, son cosas que ya se me han cruzado por la mente pero no he encontrado la manera políticamente correcta de ponerlas en palabras. Mi hermana dice que lo peor es que tengo la mala costumbre que después de que metí las patas digo "Pero si te estoy fregando", que es como un "Fue sin querer queriendo" mal logrado. No es excusa, pero de verdad no lo hago intencionalmente. Simplemente pasa. Y como estos días ha estado pasando seguido, mejor aléjese un poquito, no vaya a ser que cuando se me salga mi otro yo

No lo intente en casa

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Solo para profesionales Algunos programas de televisión incluyen un anuncio de "Do not try this at home" ("No intente hacer esto en casa"). Jackass, de MTV, lo traía. Sin embargo, hay otros que deberían considerar poner uno de esos anuncios en letras grandes y rojas. Programas como, por ejemplo, Inspiración Dulce, transmitido por Casa Club TV ( porno para mujeres, ¿se acuerda? ): Verá usted, el anterior mencionado programa le mete a uno en la cabeza la idea de que cualquiera puede ser the Ace of Cakes o la nueva Martha Stewart, y cuando uno pasa demasiado tiempo viéndolo se acuerda de todos los Food Network Challenges que solía ver y de lo fácil que parece hacer pasteles esculturales. Así, cuando su hermana que recién está estudiando gastronomía, le pide ayuda a una para hacer los pasteles de cumpleaños de una de sus primas, brinca del asiento de la emoción y ya se imagina haciendo su propia versión de Inspiración Dulce desde la cocina de su casa. Ella

Impredecibilidad

Según la RAE (o yo) f. Dícese de la cualidad de impredecible de todo tipo de quiniela correspondiente a los partidos del Mundial Sudáfrica 2010. Que España pierde contra Suiza en su debut por un error garrafal de Iker Casillas, que Serbia le gana a Alemania después de que ellos golearon 4 a 0 a los socceroos y que Inglaterra no pasa del empate a cero con Argelia... se verán señales. Analícelo de todos los lados que quiera: si fue la Jabulani, si fue el frío, si fue el arquero, si fue el árbitro, si fue el entrenador que no hizo los cambios a tiempo... una larga lista de etcétera y todo lo que se le ocurra. Al final solo recuerde que ambos equipos entran con las mismas oportunidades al terreno de juego y con el marcador a cero. La suerte, como el balón, está echada a lo que pase en esos 90 minutos. A veces se pierde. A veces se gana. Cuándo... es impredecible. El pronóstico me lo reservo.

No-ganitis

A quien interese: Después de un concienzudo autodiagnóstico médico clínico, la infrascrita bloguera ha determinado que padece de no-ganitis chronicus agudis. Esta enfermedad presenta síntomas de abundante sueño, letargo, déficit de atención en lo que se está haciendo, cambios de humor tendientes a la tristeza, postergación de las tareas asignadas, disminución del apetito de hacer algo por la vida, entre otros. Para ello, contrario a lo que se pueda creer, no se extenderá más tiempo de incapacidad, sino que se le receta una terapia ocupacional intensiva que incluye todos los trabajos que tiene que presentar mañana, además de los avances de sus proyectos laborales que ya se le van acumulando. Se prescribe además no pasar tan pendiente de los partidos del Mundial y más pendiente de su larga lista de pendientes. Para los usos que la estimada considere convenientes, se extiende esta constancia pseudomédica a los diecisiete días del mes de junio del presente año. PD. A pesar del gran autoreg

Nota aparte

La primera vez duele Pues sí, me dolió poner las últimas notas a mis alumnos a sabiendas de que más de alguno dejaría la materia. Ser objetiva y no "ablandarme" por mucho que pensara que habían hecho un esfuerzo me costó porque no dejaba de pensar en sus caras cuando vieran sus promedios. Pero ni modo, la ética profesional primero. Si algo he aprendido de enseñar este ciclo es que ser catedrático, cuando se quieren hacer bien las cosas, es díficil. De principio a fin ha sido absorbente y más trabajoso de lo que yo percibí en su momento de algunos de mis propios catedráticos: no es solo pararse a hablar carburo. Es una inversión de tiempo enorme que al final del semestre, de 45 alumnos a lo sumo el 10% aprendió algo y solo uno te da las gracias. En cierta medida desmotiva no ver un cambio en ellos... es como si hubieran llegado a calentar el pupitre y todo lo que te desgalillaste y la energía gastada en apenas callarlos fue por gusto. Alguien me dijo que me tenía que mentaliza

Símbolos patrios

Sin ser 15 de septiembre No sé si lloraría porque algo le dolía, le acababan de dar una mala noticia, le hicieron algún comentario hiriente, si se enchiló o si se le metió una basurilla en el ojo, pero este hombre me ha vuelto a hacer creer que los jugadores que están en el Mundial de verdad están ahí por su país y por su orgullo e identidad nacional. Brasil habrá ganado 2 a 1 ante Corea del Norte, pero para mí, él fue el ganador de la jornada: Probablemente mi fascinación deriva de que he estado prestando atención de cerca a los arranques de los partidos por la pura curiosidad de ver cuántos jugadores sí cantan el himno nacional de sus respectivos países. No es que yo sea muy patriótica y nacionalista -no, nada que ver-, pero supongo que uno espera que, ya que esos hombres están ahí para representar a todos sus compatriotas, lo hagan con algo más que las piernas y tengan la cortesía de tararear el himno. He visto a muy pocos emocionarse como el chinito, pero hay que destac

Publicidad engañosa

Y se me hacía agua la boca Si usted ha pasado por la carretera Panamericana estos últimos días, tal vez se ha visto asaltado por la tentación de un pastel de chocolate que aparece en una valla, a la altura de uno de los tantos centros comerciales que están en lo que quedó de El Espino. Bien, si usted ha visto la fotografía y es como yo, probablemente se le hacía agua la boca y sus papilas gustativas en claro estado de excitación le pedían a su cerebro que comandara a todo su cuerpo para que, tarde o temprano cuando pasara por Santa Elena, se detuviera a conocer otra de las tantas plazas que se han inaugurado por la zona. Mi cerebro sucumbió ante mis instintos primitivos de chocolate y terminé ahí esta tarde con mi alero favorito, donde después de que se tardaron un mundo en atendernos, desistí de probar el tal Chocolate Fondue no sé qué (que no es sino un molten cake o lava cake, como me enseñó el Food Network), ya que el bocado me pareció demasiado minúsculo para su precio -aparte de

Aislados

No man is an island, entire of itself... (John Donne) Admito que en los últimos meses me he cerrado considerablemente. En esta especie de regresión en tantos sentidos, me he vuelto más introvertida que de costumbre. Hablo menos, comparto menos, me río menos, disfruto menos. Y en cambio, me preocupo más, me frustro más, me amargo más, me deprimo más, me indispongo más, me paralizo más... y la lista de los "más" sigue. Quisiera decir que mi aislamiento responde a algún tipo de estratagema o un mecanismo de defensa propia que responde a algún tipo de amenaza real, pero la verdad es que es involuntario, subconsciente quizá. Y empiezo a percibir que pierdo más de lo que gano actuando como isla. Ayer en la bahía yo era un islote más.

Consuma, compre y agrande

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La siguiente es una adaptación más literaria de un extracto de otro ensayo de ensayo (o de un "Buen intento", como me pusieron a la par de la nota). No es nada nuevo, porque ya en más de una ocasión he hablado sobre la filmografía de Pixar , pero sí es una reflexión más estudiada acerca del discurso de la película "Wall-e", específicamente en el tema del consumismo. Wall-e: Entre lo que ya es, y lo que podría llegar a ser En "Wall-e" el tema del consumismo es donde vemos una mayor riqueza de mensajes para el análisis de la sintaxis. La contaminación visual a causa de la publicidad se hace notoria tanto en el “antes”, como en el “después” de la historia, con las vallas y pantallas saturando cada metro cuadrado del espacio. Detrás de la publicidad, la figura de la gran corporación. Solo el nombre nos da suficiente en qué pensar: Buy ‘N Large (Compre y Agrande), que hace referencia explícitamente a un consumo desmedido. El mensaje se refuerza en un

La mejor canción oficial de un Mundial de fútbol

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♪ Hace doce años, te deseo ♫ Antes del Waka Waka y de un Mundial con al menos 3 canciones diferentes, un solo hombre puso a bailar a millones de espectadores al son de una canción sencilla, pero pegajosa. "La Copa de la vida" no es la Novena Sinfonía de Beethoven, pero automáticamente te pone alegre. Allá por 1998, yo era una niña de 12 años que sabía aún menos de la vida que hoy que sigo sin saber nada, y por cuestiones del destino, desarrollé un enamoramiento relativamente serio con Ricky Martin, en parte porque en mi preadolescencia, ese movimiento de caderas al compás del "Alé, alé, alé!" tuvo que haber sido un gran shock para mis hormonas. Aunque las canciones bailables de Ricky no son precisamente mis favoritas de su repertorio (soy más de las baladas de poca autoestima, como Vuelve y Perdido sin ti, y tipo unplugged), debo admitir que cuando he necesitado reírme de la vida y sacudirme mis penas, han cumplido su cometido... y no solo conmigo. Recu

Concédeme un deseo

O dos o tres Tal vez ha escuchado hablar sobre la fundación Make A Wish en alguna ocasión. Ellos se encargan de hacer realidad uno de los últimos deseos de niños que padecen de enfermedades terminales, que van desde ir a Disney World, conocer a su cantante favorito o que les construyan una casa de juegos en forma de barco pirata. No me estoy muriendo, al menos que yo sepa. Claro que algún día me voy a morir, como todos, pero espero que no sea mañana. Sin embargo, en uno de los tantos semáforos que agarré en rojo en mi camino a clases esta tarde, me puse a pensar en qué deseo me gustaría que me concedieran si yo estuviera en la capacidad de pedir y alguien más, de cumplírmelo. Cualquiera diría que la dificultad de dicho ejercicio mental radicaría en tener que elegir entre tantos deseos, pero a mí me costó más tan siquiera pensar en uno que de verdad quisiera con todas mis ganas y que, sin la intervención de alguien como la gente de Make a Wish, un hada madrina, el genio de la lámpara o

Tan cerca y tan lejos

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De algo grande ¿Se imagina estar a un paso de escribir su nombre en la historia? ¿A un peldaño de la cima? ¿A menos de un metro de la meta? ¿A un centímetro de acariciar la gloria con los dedos? ¿A un segundo de estallar en éxtasis? ¿Ya? ¿Se lo imaginó? Muy bien. Ahora imagínese que usted es un jugador de fútbol y que mete la pata adonde no era o alguien le mete zancadilla y su sueño de jugar en una Copa del Mundo para la selección de su país se va al traste. ¿Triste, cierto? Es de esas cosas que lo ponen a pensar a uno en lo hundido que puede estar en la depresión un prójimo al perder toda esperanza de cumplir un sueño. Reconforta saber que algunos tienen la oportunidad de volver a intentarlo en 4 años, pero ¿y los que no? De entre Ballack, Drogba y Ferdinand, me quedo con Beckham y todos sus intentos por regresar a jugar en competiciones de primer nivel para que Capello lo tomara en cuenta en la convocatoria y pudiera convertirse en el primer jugador de la selección de la rosa en par

El evento social

Según los años Cuando estás pequeño -dependiendo de qué tan grande sea tu familia, de cuántos hijos tengan los amigos de tus papás, tu popularidad en el kínder o en la colonia-, te llueven las invitaciones a las fiestas. Aceptás la invitación en parte seducido por la piñata y sus dulces, los sándwiches de pollo, los suspiros, la horchata y, por supuesto, por el pastel. Y la pasás bien, ya sea porque el payaso tenía su gracia o por los mensajes subliminales de las canciones infantiles y porque Enrique y Ana te hipnotizaron con el disco chino y el hula hop. Ya más grandecito, las piñatas escasean y, si te invitan, ya no es lo mismo. De consuelo, si vas a un colegio de curas o de monjas (como yo), recibís invitaciones a Primeras Comuniones, donde las niñas lucen sus vestidos blancos y, las que no tuvimos, nos reconfortamos con la moraleja del cuento de la la Menchedita Copalchines . A los 15, no hay sábado en que no tengás alguna fiesta rosa a la que ir, sobre todo en estos dorados

Mi nuevo amor

A primera mordida No tenemos mucho de conocernos, pero ya siento que lo amo. Desde que el Food Network desapareció de mi cable no había sentido algo así. Ni cuando descubrí Utilísima y Casa Club TV . Aunque tenía a mi Tony para consolarme, con la escasez de nuevos episodios, no me sentía lo suficientemente satisfecha en nuestra relación. Los de Top Chef me servían para pasar el rato de vez en cuando, pero simplemente no es lo mismo una hora a la semana, que una programación foodie 24/7. Confieso que nos presentó Jaime Oliver, porque últimamente me ha agarrado por ver el programa que tiene en el Fox Life. Lo vi el jueves, así de reojo en uno de los comerciales y me dije "Tengo que ver a ese hombre mañana". Por eso ayer, encendí la tele y lo vi a él. Fue amor a primera vista. O más bien a primera mordida. El programa se llama " Man vs. Food ", la premisa es sencilla: al hombre (Adam no sé qué) le pagan por viajar a lo largo de Estados Unidos y hartarse hasta

Casa llena

De vacío Hay días en que siento que regreso a una casa vacía. Es como vivir sola, con la diferencia de que hay otras tres personas más aquí. He llegado a pensar que las cuatro vivimos solas, aunque juntas. Nos preguntamos "¿Cómo te fue?" y nos conformamos con la respuesta escueta de la otra. La mayoría de las veces lo hacemos por inercia, como la vez que ella me lo preguntó y no esperó a que yo pronunciara siquiera mi ambiguo Más o menos" y se adelantó a decir "Que me alegro". Nos acostumbramos a comer solas. Tanto que últimamente les ha agarrado de dar por cerrada la cocina y guardar todos los tiliches antes de que una haya venido. No está de más decir que la cena es mi tiempo de comida menos favorito. Es más, no creo que me guste ningún tiempo de comida. Nos habituamos a pensar solo en nuestra rutina. A tal grado que un día pasé toda la mañana aquí y ella se extrañó al hallarme porque creía que no estaba. Nunca antes se me había cruzado por la mente la posibi

Patria Fútbol

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¿Somos la azul y blanco? El siguiente es un extracto de un ensayo (un ensayo de ensayo diría yo). Más de alguno me subió la ceja cuando compartía de qué se trataría y me dijeron diplomáticamente "Ah, qué bonito tema". Quizá por eso me sorprendió ver en el diario que en el Centro Cultural de España iban a tener conferencias precisamente sobre esto: fútbol y cultura. ¿Ah que no, verdad? Ya ven que no soy la única loca a la que se le ocurre estudiarlo. El fútbol como elemento constructor de identidad nacional “Patria es la selección nacional de fútbol”, dijo en una ocasión Albert Camus. El fútbol, uno de los productos culturales más consumidos a nivel mundial, es considerado elemento constructor de identidad. ¿Construimos “lo salvadoreño” a partir de la afición por “la Selecta”? Sábado 6 de junio de 2009. Estadio Cuscatlán. La selección de El Salvador se enfrentaba a su homóloga mexicana en un encuentro de la hexagonal de la Confederación de Norteamérica, Centroamerican

No te vayas

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Hagamos una pausa ¿Sabes Tiempo? Creo que vamos demasiado rápido. Cuando menos he venido a sentir ya casi se nos fue la mitad del año. ¡Un semestre, tiempo! Un semestre que se cierra justo con mi cumpleaños No. 24. Cuando menos sintamos va a ser navidad y volveremos a comer uvas y darnos abrazos, y pensar en el año nuevo. ¡En el 2011! Ya va a ser época de pensar en el 2011 cuando ni siquiera sé qué reflexión sacar de lo que va del 2010. Esta prisa tuya por ir corriendo de verdad me aflige, amigo Tiempo. Haces que los días, semanas y meses pasen volando, y que yo me quede como mera espectadora. Siento que tú pasas, pero yo no paso. Tú te vas, con las hojas de la agenda y el calendario, pero yo sigo aquí. Y me quejo de lo poco que me alcanzas, aunque en el fondo no sé para qué te quiero y cuando te tengo, no sé qué hacer contigo. ¿Sabes Tiempo? He estado pensando que deberíamos hacer una tregua. Quiero pedirte que no te vayas. Que no te me escapes de las manos. Al menos mientras tr

Día cero

No estaba muerta, ni andaba de parranda Estimado lector: Me dirijo a usted (sí, a usted que todavía se acuerda de los tiempos en que en este blog se escribía), con el motivo de anunciarle que a partir de este día tengo la intención de aparecer más seguido en sus feeds. Como bien dicen que de intenciones está hecho el camino al infierno, no omito manifestarle que en esta ocasión las condiciones son propicias para poder cumplir mi objetivo de bombardearlo hasta el cansancio con posts, que probablemente ni lea. Verá usted, hoy es un día cero. Amanecí con una libertad en mi agenda que no había tenido en lo que va del año. Quizá en algún momento la tuve, pero no la supe dedicar a escribir un par de líneas por el temor a que, más que ocurrentes o irreverentes, la prisa me hiciera ser incoherente. Estos 5 meses fueron... cansados, por decir poco. Le soy sincera: al decidir regresar a las aulas universitarias se me fue por alto que no era solo una inversión de tiempo de 150 minutos diarias de