Houston y el arte de bajar el ritmo
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Houston nunca fue un destino que tuviera en mente, sino que fue el que tuvo más puntos a su favor al momento de tomar la decisión de dónde ver a Michael Bublé en concierto: el boleto de avión más barato, la fecha más conveniente, el clima más favorable (no hay nieve, por tanto menos probabilidades de cancelación por tormenta), y el hecho de ser una ciudad nueva para mí. Fueron esos pros los que prevalecieron sobre los contras: cómo movilizarse, adónde hospedarse, qué hacer (en función de mis intereses), cuánto cuesta. Para cuando la fecha del viaje llegó, no había hecho nada más que reservar el hotel y una tarde de investigación meses antes de la que apenas recordaba un par de cosas. Solo había un pequeño detalle con el que no contaba: cuando este es tu sexto vuelo y tu quinta ciudad en una semana, estás extremadamente cansada. Así fue como Houston me venció desde antes de poner un pie en el avión, pero al final aprendí que a veces simplemente existir está bien. He aqu