Manhattan de vértigo
Alguien tuvo a bien preguntarme qué se sentía estar en medio de los grandes edificios. La verdad es que nada. A menos que andes todo el tiempo viendo para arriba, so pena de terminar con un gran dolor de nuca, fácilmente se te olvida que eres una hormiga, un punto de color caminando por ese laberinto de juego de PacMan que visto desde arriba parece escenario constuido con billones de legos. Ahora pregúnteme qué se siente estar arriba. Estar arriba es lo que realmente vale la pena. Llegar al piso 67 del observatorio del Rockefeller ( Top of the Rock , calle 50) y apreciar una vista insuperable de Manhattan tal cual sale en el mapa, con el parque al norte, el Empire State al sur, el río Hudson al oeste y los puentes de Brooklyn, Manhattan y Williamsburg al este, te deja con los ojos (y boca) bien abiertos. En mi opinión, el Top of the Rock supera al Empire State en cuanto a vista- después de todo, el Empire State solo se puede ver bien desde el Rockefeller Center.