Esas escasas horas en Sevilla
< Previamente en el viaje: Madrid Día 20. Compré el boleto a Sevilla por puro capricho mientras esperaba en la estación de Atocha por el tren a Toledo. De esos momentos "YOLO, quién sabe si algún día regrese". No sabía mayor cosa acerca de la ciudad andaluza, excepto que mi abuela siempre decía que si algún día se ganaba la lotería, viajaría a Sevilla y a Granada. Una idea sacada de las canciones de su juventud, esas de Los Churumbeles de España, quizás. Caminé desde el apartamento a toda prisa por Ronda de Atocha por miedo a no llegar a tiempo a la estación. Aún viajando en el AVE, el tren de alta velocidad, tres horas separan a Sevilla de la capital española, por lo que perder el tren no es una opción, especialmente si haces un viaje del día. La prisa por poco me juega una mala pasada cuando estando aún en la plataforma me fijé que me había subido al tren equivocado... Hacia Barcelona. Superado el revés inicial, el tren llegó a la estación de Santa Justa pasadas l