Promesa

Esta semana fue complicada, pero a decir verdad no hay semana que no lo sea. Siempre he batallado con aquello del "balance vida/trabajo", en parte porque todo mundo te dice y te hace creer que es normal que el costo de avanzar en tu carrera es tener más y más responsabilidades que te absorben más y más tiempo. Claro, es lógico, ¿pero a expensas de qué? Eso me pregunté un día que salí de trabajar pasadas las 8 p.m. y es algo que ha andado dando vueltas en mi cabeza desde entonces. Aquí entre nos, me entristece trabajar un viernes hasta las 10:30 p.m., o dos noches consecutivas hasta pasada la medianoche. Me entristece que a pesar de que lo hago, el trabajo nunca se termina. Es complicado, y más cuando me pregunto ¿a expensas de qué? Esta semana me pasaron dos cosas. En una plática con una chica mucho más joven que yo, me decía que uno de sus más grandes logros había sido no dejar pasar este año sin estudiar. Esa resolución de decir "No quiero dejar pasar x cantidad de ti