Misceláneos - Vol. I
A veces creo que soy una persona... peculiar. Me apasiono por temas que a los demás no les parecen interesar tanto. Los perfumes , por ejemplo. Hasta vi documentales. Desde la nariz y las familias olfativas, hasta la creación del envase, el empaque, la campaña de mercadeo. Fascinante. Iba a escribir sobre eso en el blog, pero mejor les ahorro la molestia. En resumen, me inclino por las fragancias de la familia oriental floral, tengo tableros en Pinterest donde clasifico mis perfumes por familias, uso un sitio web para aprender más sobre cada perfume y he llegado a la conclusión de que, dentro de lo que cabe, los perfumes son la manera más asequible de tener algo del estatus de las marcas de lujo (aunque en muchas ocasiones estas marcas sean concesionadas a otros conglomerados empresariales, porque sí, hasta eso he investigado). ¿Voy a tener alguna vez algo que sea Chanel? No. Pero tengo un frasco de Coco Mademoiselle que cuido desde el 2016 que me lo regaló una tía y usarlo me hace fel