El ringtone de Pavlov
Lo único que nos falta es babear
Ahora Raquel busca cómo descondicionarse de la voz de Gustavo Ceratti que comienza a cantar "Zoom" cada vez que alguien le llama. ¿Alguna sugerencia? Todas son bienvenidas, siempre y cuando no sea reguetón (ya me ha pasado estar en un lugar donde el silencio se ve interrumpido por alguna canción de Daddy Yankee sonando en un celular).
Había una vez un señor llamado Iván Pavlov. Pavlov tenía un perrito, con quien le gustaba jugar muy entretenidamente. Al perrito le gustaba comer y, como cualquier otro animalito, babeaba de la pura emoción al olfatear o degustar su comidita. Pavlov, como todo buen observador, se percató de que la conducta del perrito era un reflejo ante el simple estímulo de la comidita.
Ya que Pavlov era un señor muy curioso, se dedicó a la tarea de estudiar si esa conducta era innata o aprendida. Fue entonces que decidió hacer un pequeño experimento para medir el condicionamiento del perrito. Antes de darle de comer, con cariño le tocaba una campanita y luego le mostraba la comida.
Campana + Comida = Voy a comer = Saliva
Estímulo neutral + Estímulo incondicionado = Respuesta incondicionada
Al principio, el perrito babeaba como reacción lógica ante ver la comida en el plato. Y lo repitió, repitió y repitió. Hasta que, al cabo de unos días, con solo escuchar el tintineo de la campanita, el perrito salivaba, salivaba y salivaba.
Campana = Saliva
Estímulo condicionado = Respuesta condicionada
Como todo buen amo, cuando Pavlov vio que el perrito no daba para más, lo puso en un sueño eterno que lo envío a jugar con más perritos en el cielo canino. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Sí, el perrito fue usado por Pavlov "en nombre de la ciencia", para que hoy estudiemos en clases como "Psicología General" el "Condicionamiento clásico". Si el can hubiera tenido la suerte de vivir en el siglo de PETA, probablemente se habría ahorrado los tubos que le pusieron en la quijada para activarle la glándula salivar.
A ver si le encuentran el parecido a mi experimento:
Había una vez una niña llamada Raquel, que tenía unos familiares que a cada rato le llamaban a su teléfono celular para saber adónde estaba. Podría estar en la soledad de sus pensamientos, cuando el silencio era interrumpido por la canción que había elegido de ringtone. Al primer timbrazo, todo su sistema nervioso brincaba y se apresuraba a contestar.
Sí, el perrito fue usado por Pavlov "en nombre de la ciencia", para que hoy estudiemos en clases como "Psicología General" el "Condicionamiento clásico". Si el can hubiera tenido la suerte de vivir en el siglo de PETA, probablemente se habría ahorrado los tubos que le pusieron en la quijada para activarle la glándula salivar.
A ver si le encuentran el parecido a mi experimento:
Había una vez una niña llamada Raquel, que tenía unos familiares que a cada rato le llamaban a su teléfono celular para saber adónde estaba. Podría estar en la soledad de sus pensamientos, cuando el silencio era interrumpido por la canción que había elegido de ringtone. Al primer timbrazo, todo su sistema nervioso brincaba y se apresuraba a contestar.
Ringtone (Canción) + Llamada = Debo contestar = Brinco
Tanto así que, al cabo de un tiempo, la dichosa canción del ringtone la alteraba aún cuando sonaba en otro medio que no fuera su teléfono.
Canción = Brinco
Brinco = Canción ya no le está gustando
Díganme por favor que no soy un bicho raro del condicionamiento pavloviano y que a más de alguno le altera el sistema nervioso el sonido de sus llamadas, mensajes, alarmas... ¡sobre todo las alarmas!
Quizá porque el sonido llega hasta mi inconsciente/subconsciente cuando estoy en la plena profundidad de mi sueño. Es más, después de un tiempo me veo en la necesidad de cambiar el sonido de las alarmas porque pierden su efecto de despertarme.
Y vuelvo al ciclo de condicionamiento. A tintinear la campanita.
Quizá porque el sonido llega hasta mi inconsciente/subconsciente cuando estoy en la plena profundidad de mi sueño. Es más, después de un tiempo me veo en la necesidad de cambiar el sonido de las alarmas porque pierden su efecto de despertarme.
Y vuelvo al ciclo de condicionamiento. A tintinear la campanita.
:S
ResponderEliminarMe siento como perrito ahora que escucho 'Viva la Vida' (ese es mi ringtone)
ooohhhhhh!
pues, mi cel no tiene ringtones, sólo polifónicos y, en efecto, hay perosnas que para cuando les llaman tienen el sonido que yo tengo de alarma-despertador y cuando lo oigo me da sueño de imaginarme que me tengo que levantar - otra vez - ja ja ja
ResponderEliminary un ringtone de música clásica no te funcionará?
hahaha qué divertido XD, recuerdo que cuando me tocó explicarlo lo hice con el timbre del recreo.
ResponderEliminarMi recomendación es que uses siempre una de tus canciones favoritas pero que las cambies cada cierto tiempo, así no te vas a condicionar tanto, por lo menos no a una sola haha :P
@EL SUM: Uh, buen ringtone. Creo que para mí podría funcionar "Violet Hill", aunque como soy algo sorda necesitaría algo con más estruendo.
ResponderEliminar@Clau: Mmm, podría ser. Tchaikovsky ha de sonar precioso en el celular. Es más, empezaré a buscar una canción a ver qué tal me funciona.
@SK Mario: Ninguno suena a Raquel =(
@Malu: Exacto! En la variedad está el gusto. Aunque volver a condicionarse cuesta jajaja ¿Te imaginás todas las llamadas perdidas en los primeros días?