De los 33 mineros chilenos

No me va a dejar mentir: entre ayer y hoy poco se habla de algo que no sea el rescate de los 33 mineros chilenos que quedaron soterrados en la Mina de San José, en la ciudad de Copiapó (ojo: soterrados, no "aterrados" como insiste en decir mi septuagenaria abuela, aunque no descarto hayan sido presas del terror en semejante situación).

Yo me pregunto, después de regresar desde las entrañas de la tierra -por seguirle el juego a las declaraciones proféticas poéticas del Ministro Golborne "Estamos a pocas horas para ser testigos de cómo la madre tierra dará a luz a 33 nuevos hijos"-, ¿en qué tantas cosas se podrá pensar y reflexionar en 70 días de aislamiento?

Mario Sepúlveda, el segundo rescatado, decía hoy que había estado en el cielo y el infierno ahí abajo. Otros aseguraban hace días que cambiarían sus vidas al regresar con los suyos. Unos se casarían, algunos pasarían más tiempo con sus familias y, por supuesto, #elmineroinfiel tendría que aclarar las cosas entre su esposa y "su conviviente" (la palabra más diplomática que he escuchado para "amante").

Es verdad que cada uno tenía a otros 32 hombres a la par, pero no dudo que todos se sentían solos estando ahí, en la oscuridad, en el encierro. Y, en esa soledad, ese obligado diálogo consigo mismos, ¿qué tipo de enlightenment habrán tenido durante los 70 días en la mina? ¿con cuántas lecciones de la vida no saldrán de ahí? ¿qué nueva perspectiva tendrán?

Algo más sabios saldrán de la mina los hombres que vivirán dos veces. Algo tendrán que decir y enseñar, y algo tendremos que aprender de ellos.

Mientras libretistas de Hollywood corren a sus teclados para escribir el próximo blockbuster con algún título predecible como "The 33" o "70 days of mayhem"; productoras se apresuran a venderle sus ideas de documentales a alguna cadena como Discovery; y las grandes mentes del mercadeo no pierden el tiempo para asociar sus marcas con los mineros convertidas en estrellas del momento (como la chaqueta de Adidas que usó la hija de Franklin Lobos, el ex futbolista, para recibirlo); yo solo espero oír las historias y el insight de los protagonistas, hombres comunes y corrientes que poco tienen que ver con este aparataje mediático construido principalmente por el gobierno chileno alrededor de ellos y que, dentro de unos días, todos habremos olvidado.

Usted, ¿en qué pensaría durante 70 días atrapado en una mina?

Comentarios

  1. Muy interesante post, sabe yo me quedo con la duda de que habrán aprendido, cuanto habrán reflexionado, y que conclusiones habrán obtenido de ellas...

    Aunque pienso que a veces uno esta "enterrado" en sí mismo, también esperando un rescate...

    Bendiciones...

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  2. 70 dias serían demasiado para mi... en una noche normal, común y corriente suelo pensar tontera y media para amanecer golpeado por mis propios pensamiento...
    o a lo mejor es lo que necesitaría para purificar definitivamente las absurdas ideas que atormentan mi mente en ocasiones.

    y comparto la idea: solemos estar enterrados en nuestros miedos, rencores y traumas a la espera de una 'mano amiga' que nos saque de ahi.

    (lastima que a veces esperamos esa ayuda de donde no deberíamos, de donde nunca podrá ser)

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  3. Genius, me quedo con la misma duda.

    Sum, 70 días es demasiado y a la vez no es suficiente. Supongo que dependería de qué tanto hay que reflexionar.

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