60 minutos
Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, llamó a la Hora del Planeta "60 minutos de oscuridad para ayudar al mundo a ver la luz" ("60 minutes of darkness to help the world see the light”).
Con todo respeto a Ban Ki-moon, para mí 60 minutos no son nada. Sí, hoy todos correrán a apagar las luces, electrodomésticos, la computadora... algunos hasta tuitearán "solo" desde su BlackBerry o iPhone con tal de ayudar al planeta, porque claro, es lo políticamente correcto y el color verde está de moda. Pero al minuto 61 volveremos a lo mismo.
Verá, aliviar al planeta por una hora, aún si todos los hogares en el globo lo hicieran, no lo aliviaría lo suficiente en relación con lo que le seguiremos haciendo mañana... y pasado mañana... y después de pasado mañana, ad infitnitum. Estos 60 minutos son como darse una gran hartada de puros carbohidratos, grasa y azúcar, y querer sentirse menos culpable al respecto yendo una hora al gimnasio.
La Hora del Planeta, aunque es un excelente ejemplo de movilización social -de esos estudios de caso dignos de un libro-, tomada a la ligera no logra mayor cambio en la conciencia de la población acerca del calentamiento global y la huella de carbono que cada uno va dejando como un negro legado para las futuras generaciones.
¿Qué tal si el minuto 61 lo empezamos calculando nuestra huella de carbono? Y luego en el 62' hacemos ajustes en nuestras vidas que en verdad contribuyan a un cambio sostenible para el medio ambiente.
Verá, aliviar al planeta por una hora, aún si todos los hogares en el globo lo hicieran, no lo aliviaría lo suficiente en relación con lo que le seguiremos haciendo mañana... y pasado mañana... y después de pasado mañana, ad infitnitum. Estos 60 minutos son como darse una gran hartada de puros carbohidratos, grasa y azúcar, y querer sentirse menos culpable al respecto yendo una hora al gimnasio.
La Hora del Planeta, aunque es un excelente ejemplo de movilización social -de esos estudios de caso dignos de un libro-, tomada a la ligera no logra mayor cambio en la conciencia de la población acerca del calentamiento global y la huella de carbono que cada uno va dejando como un negro legado para las futuras generaciones.
¿Qué tal si el minuto 61 lo empezamos calculando nuestra huella de carbono? Y luego en el 62' hacemos ajustes en nuestras vidas que en verdad contribuyan a un cambio sostenible para el medio ambiente.
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