Lo que seduce nunca suele estar donde se piensa

Uno de estos días veía un episodio repetido de The Big Bang Theory en que Howard evita a toda costa a una chica con la que estaba saliendo (compañera de trabajo de Penny) porque le da la impresión de que ella busca formalizar la relación en un noviazgo. El gran pavor no era el compromiso, sino que ese nerd escuálido no muy atractivo creía que él podía conseguir algo mejor, haciendo alusión a súper modelos, actrices o cantantes, y estar con una mujer real -aún cuando la susodicha era bonita- lo haría perder esa "oportunidad".



Yo solo pensé en cuántos hombres son tanto o más idiotas que Howard Wolowitz y van por ahí discriminando chicas solo porque no se ven como la hermana gemela perdida de Pamela Anderson (en sus buenos tiempos), y también en las mujeres que creen fervientemente en el "príncipe azul" y que este va a  correr por la pradera en slow motion mientras su pelo se ondea con el viento. 

Aunque le parezca risible, las hay quienes desde que vieron a Leonardo DiCaprio en Titanic siguen esperando que un rubio ojiverde les llegue a tocar a la puerta; así como en 10 años las habrá quienes esperen por alguien con el pelo de Justin Bieber.

Dicen que la belleza está en el ojo del observador, pero hay quienes se empecinan en el 90-60-90 o en los hombros anchos, pies grandes y sonrisa Colgate. Tal vez si dejaran de ver para enfrente y vieran a los lados tan solo por una vez en sus vidas caerían en la cuenta de que siempre hay un roto para un descosido.

No deje que los patrones que las industrias culturales dictaminan como hermoso sean su único parámetro para admirar la belleza. Sabe, Cerati tiene razón: Lo que seduce nunca suele estar donde se piensa.  

Comentarios

  1. Definitivamente, en cualquier momento nos hemos dejado cautivar por el bonito envoltorio en que se aparece el objeto de nuestras afecciones. Pero es una lástima y un desperdicio cuando al abrir la boquita pierden todo el encanto.

    Saludos!

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  2. Malu, también pasa que todo sea "perfecto" a los ojos, justo lo que se soñaba/deseada pero que al final se caiga en la cuenta que no siempre lo que uno quiere es lo que necesita. Saludos!

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