Literatura XXX en el siglo XIV
El Decamerón: clásico universal apto para mayores de 21
Aunque este libro no lo leí en el colegio (no creo que ninguna monja en su sano juicio aprobaría su lectura), el relato clandestino de uno de los cuentos en la clase de Lenguaje fue suficiente para ponerme chapuda. Dos años después, cuando lo vi relegado entre otros títulos en una feria del libro, aproveché la ocasión para comprarlo y terminar de leer cuál era el gran alboroto.
'El decamerón' es una colección de 100 historias narradas por un grupo de 7 mujeres y 3 hombres que le andan huyendo a la peste en Florencia. Algo así como que 10 personas se recluyeran por la H1N1 y durante 10 días no hicieran más que contar cuentos subidos de tono, llenos de monjes, frailes, monjas y abadesas (por la coyuntura, el Padre Alberto podría ser el protagonista de uno).
Según el prólogo de mi librito, la obra "relata la vida del burgués refinado, respetuoso de las tradiciones en lo aparente y sin reparo alguno a a hora de satisfacer los apetitos individuales". Personalmente, no estoy segura de si la mentalidad de nuestros tiempos ha evolucionado de la del siglo XIV, porque si bien hay menos cuestiones bajo de agua y más fuera del closet, los tabúes y la doble moral siguen en el transfondo.
Pero ya que este no es un intento por predicar, sermonear o contarles el libro, me limitaré a hacer un par de observaciones pseudo-literarias. Los relatos son jocosos, con juegos de palabras que los pueden hacer reír y también ruborizar, y por muy "clásico universal" que sea, el libro no deja de sentirse entre las manos como "para mayores de 21 años". Eso sí, los cuentos no son vulgares, sino que lo dejan todo a la interpretación e imaginación del lector.
Al recurrir a los temas carnales y la lujuria, Giovanni Boccaccio rompe con la teocéntrica literatura medieval, convirtiéndose en uno de los primeros escritores del renacentismo italiano. ¿Se imaginan el escándalo por el libro? Por suerte, en aquel entonces leer era un privilegio de pocos y sin la invención de Gutenberg los libros eran aún para menos manos, sino Boccaccio no habría vivido para contar el cuento.
No les digo que sea mi libro favorito -ni por cerca-, pero no está demás conocerlo por aquello de "la cultura general", y porque en general, nunca está demás aprender algo nuevo todos los días (culto o no tan culto).
Aunque este libro no lo leí en el colegio (no creo que ninguna monja en su sano juicio aprobaría su lectura), el relato clandestino de uno de los cuentos en la clase de Lenguaje fue suficiente para ponerme chapuda. Dos años después, cuando lo vi relegado entre otros títulos en una feria del libro, aproveché la ocasión para comprarlo y terminar de leer cuál era el gran alboroto.
'El decamerón' es una colección de 100 historias narradas por un grupo de 7 mujeres y 3 hombres que le andan huyendo a la peste en Florencia. Algo así como que 10 personas se recluyeran por la H1N1 y durante 10 días no hicieran más que contar cuentos subidos de tono, llenos de monjes, frailes, monjas y abadesas (por la coyuntura, el Padre Alberto podría ser el protagonista de uno).
Según el prólogo de mi librito, la obra "relata la vida del burgués refinado, respetuoso de las tradiciones en lo aparente y sin reparo alguno a a hora de satisfacer los apetitos individuales". Personalmente, no estoy segura de si la mentalidad de nuestros tiempos ha evolucionado de la del siglo XIV, porque si bien hay menos cuestiones bajo de agua y más fuera del closet, los tabúes y la doble moral siguen en el transfondo.
Pero ya que este no es un intento por predicar, sermonear o contarles el libro, me limitaré a hacer un par de observaciones pseudo-literarias. Los relatos son jocosos, con juegos de palabras que los pueden hacer reír y también ruborizar, y por muy "clásico universal" que sea, el libro no deja de sentirse entre las manos como "para mayores de 21 años". Eso sí, los cuentos no son vulgares, sino que lo dejan todo a la interpretación e imaginación del lector.
Al recurrir a los temas carnales y la lujuria, Giovanni Boccaccio rompe con la teocéntrica literatura medieval, convirtiéndose en uno de los primeros escritores del renacentismo italiano. ¿Se imaginan el escándalo por el libro? Por suerte, en aquel entonces leer era un privilegio de pocos y sin la invención de Gutenberg los libros eran aún para menos manos, sino Boccaccio no habría vivido para contar el cuento.
No les digo que sea mi libro favorito -ni por cerca-, pero no está demás conocerlo por aquello de "la cultura general", y porque en general, nunca está demás aprender algo nuevo todos los días (culto o no tan culto).
Qué más quisiera yo ir al teatro, pero estoy un poco lejos; no pierdo las esperanzas de ir más de alguna vez. En Cuanto a la obra, pues la leí dos o tres veces y en la escuela. Me pareció, en aqueños años, una obra bastante llamativa, pues me gusta leer, y siempre ha sido así, sobre la edad media. A pesar de que es considerada una obra maestra de la literatura universal, en lo personal no le veo mucha "gracia", pero a los gustos los colores...
ResponderEliminar@Mario: ???
ResponderEliminar@Roberto: yo tampoco le hallo la mayor gracia, más que el hecho de marcar un precedente en la historia de la literatura. Quizá sea considerada obra maestra por lo que representó en su época, junto a las obras de Dante y Petrarca.
Padre alberto! juajauajauajauajaujaua live him alone!
ResponderEliminarjajja Padre Alberto, que matado de risa xD
ResponderEliminar@Fran: vaya pues, lo voy a dejar en paz jaja =)
ResponderEliminar@Ale: LOL