Morir por amor
¿O morir de amor?
Algunas cosas no me cuadran por más que las pienso. Creo que, como todas las cosas que no me cuadran, es porque no las entiendo. Una de esas cosas es el concepto de "morir por amor". El pensamiento me asaltó durante una presentación de "Romeo y Julieta" por la Fundación Ballet El Salvador de Alcira Alonso. Pero el ballet poco tuvo que ver porque mi contradicción era con Shakespeare.
"¿Qué tan -palabra que no voy a insertar aquí por respeto a los lectores- tendría que ser Julieta para clavarse una daga en el pecho por Romeo?". Apenas y lo conocía. ¿Cuántas veces se habrán frecuentado antes de casarse? A lo sumo unas cinco. Y sin embargo, Julieta decidió morir por amor en lugar de seguir con su vida al ver a Romeo vencido por el más vil veneno del apotecario.
La misma falta de respeto tuve contra "Madame Bovary" por tragarse semejante cantidad de arsénico al verse abandonada por su amante Rodolfo (¿o León? Ya no me acuerdo) -aunque con el tiempo he llegado a la conclusión de que ese fue un suicidio por amor propio (o la falta de)-.
No vayamos tan lejos, la Reina Amidala desfallece aún con Leia y Luke en su vientre cuando se entera de que Anakin fue el que mató a todos los pequeños padawan en el templo y que sucumbió al lado oscuro de la fuerza para convertirse en Darth Vader. La enfermera robot sale de la sala de parto diciendo que "ha perdido la voluntad de vivir".
Hasta el ser inmortal más famoso del final de la década, Edward Cullen desafía a los Volturi esperando que lo maten cuando cree que Bella está muerta. (Para que vean que en este blog somos pop y clásicos, calles pero elegantes 😉).
"¿Qué tan -palabra que no voy a insertar aquí por respeto a los lectores- tendría que ser Julieta para clavarse una daga en el pecho por Romeo?". Apenas y lo conocía. ¿Cuántas veces se habrán frecuentado antes de casarse? A lo sumo unas cinco. Y sin embargo, Julieta decidió morir por amor en lugar de seguir con su vida al ver a Romeo vencido por el más vil veneno del apotecario.
La misma falta de respeto tuve contra "Madame Bovary" por tragarse semejante cantidad de arsénico al verse abandonada por su amante Rodolfo (¿o León? Ya no me acuerdo) -aunque con el tiempo he llegado a la conclusión de que ese fue un suicidio por amor propio (o la falta de)-.
No vayamos tan lejos, la Reina Amidala desfallece aún con Leia y Luke en su vientre cuando se entera de que Anakin fue el que mató a todos los pequeños padawan en el templo y que sucumbió al lado oscuro de la fuerza para convertirse en Darth Vader. La enfermera robot sale de la sala de parto diciendo que "ha perdido la voluntad de vivir".
Hasta el ser inmortal más famoso del final de la década, Edward Cullen desafía a los Volturi esperando que lo maten cuando cree que Bella está muerta. (Para que vean que en este blog somos pop y clásicos, calles pero elegantes 😉).
Y seguramente como Julieta, Emma y Padmé hay más ejemplos de "morir por amor" en los libros y películas. Pero me sigue sin cuadrar la idea.
Para mí lo más cercano es "morir de amor": querer demasiado a alguien sin poder tenerlo a tu lado para siempre. Y el verbo "morir" es un término figurativo, porque es en vida, lo que lo hace una muerte lenta y dolorosa. De amor -y peor aún de desamor- sí podría morir.
se las creeria se los humanos fueran de ese tipo de animales monogamos que tienen una tan sola pareja durante toda su vida, pero los humanos... si no hace falta que se le muera la pareja actual para que anden buscando otra.
ResponderEliminar@Ishizusv: Sí, como que la idea de morir por amor -o de amor- es demasiada romántica para nuestros dorados tiempos.
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