Déjenme sentirme triste

Hace poco vi "Intensa mente" ("Inside out") por primera vez en mucho tiempo y llegué a la conclusión de que Alegría me cae mal. Así de simple y sencillo. No creo que esto sea una idea original que se me ocurrió a mí, y es probable que sea algo que leí en algún lugar hace años, pero Alegría es como el papá o el amigo que insiste en que no podés sentirte triste y que tenés que sentirte feliz a toda costa. A veces nosotros somos ese amigo o familiar. 

A veces Alegría somos nosotros mismos que nos sentimos mal por sentir cualquier cosa que sea ligeramente incómoda y difícil de digerir. Y aunque la alegría se siente bien, ¿cómo la sabríamos apreciar sin todo lo demás? Todas las emociones son necesarias y es importante que nos demos el espacio de sentirlas, si bien lo recomendable es aprender a manejarlas de una manera saludable. Te lo dirá cualquier psicólogo. 

Siempre me he preguntado por qué tristeza es la única emoción femenina gordita. 😒

Volviendo a la película, hay un punto en que Alegría se da cuenta de que lo que ella recuerda, o más bien quedó encuadrado como un momento feliz en la vida de Riley, comenzó como un momento de tristeza, decepcionada por haber perdido un partido de hockey. ¿No es así la vida? Decidimos cómo recordar las cosas y seleccionamos qué recuerdos guardar. El cerebro humano es impresionante, y la interpretación que los guionistas de Pixar hacen de conceptos tan complejos en una película animada lo es aún más. Y ni hablemos de Bing Bong y su sacrificio *llora dulces*.

Yo tengo la sospecha de que mi consola la maneja Tristeza, al menos por 36 horas de la noche del domingo al lunes. Y si no la maneja ella, las demás le dan suficiente tiempo al frente, lo cual me funciona a la perfección porque no me interesa saltarme las partes tristes ni los enojos, ni los disgustos ni el miedo. Así que déjenme sentirme triste, aunque sea por un rato.